... , de opulentas curvas, era sensual como el de su desnuda compañera; el seno erguido, amplia y redonda la cadera como jarra talavereña; firme la pierna, parecía que al andar, en torno a su falda ceñida ...
... , viéndome suspenso en el vacío, tiré un manotón sin rumbo. El golpe me castigó el hombro y la cadera con una violencia que me hizo perder los sentidos. A duras penas, empero, alcancé a ponerme ...
... y elástica morbidez por todo lo demás de la poderosa estatua que el traje de moda ceñíala en la cadera igual que un pantalón.Y puesto que la sensación de estar siendo contemplado inquietaba al joven ...
... que por la tensión de resortes de acero salen de una caja. De rodillas, medio destapada de una cadera y enteramente desnuda de un brazo, estirando los dos, empezó a soltar de su boca los terribles ...
... , sudaba, encendido el rostro, y me sonreía como para darme ánimos.Se detuvo, apoyó una mano en la cadera, respiró con fuerza, y con trabajo, y entre aliento y aliento, dijo:–Ya falta poco.Contempló ...
... once tenía hinchadas las manos y las venas. Los pies me parecían dormidos. Dolíanme el hombro y la cadera golpeados. Los novillos marchaban más pesadamente. El pulso me latía en las sienes de manera ...
... inclinada, y el otro pendía a lo largo del cuerpo, siguiendo la curva graciosa de la robusta cadera. Parecía una impúdica modelo olvidada de sí misma en una postura académica impuesta por el artista ...
... , y le preguntó qué era una mancha roja que le descubrió en un costado. Eduardo le vio otra en la cadera. Toda la traza de la roséola sifilítica. Al sentarse de nuevo junto a él, hízola Eduardo ...
... , de opulentas curvas, era sensual como el de su desnuda compañera; el seno erguido, amplia y redonda la cadera como jarra talavereña; firme la pierna, parecía que al andar, en torno a su falda ceñida ...
... espalda a ellos, así mejor podía lucir las esbelteces del talle y la poderosa redondez de la cadera al inclinarse a la baranda.-¡Qué mujer, Virgen Santísima -ponderó Zig-Zag-. ¡Parte un napoleón ...
... de un orificio repentinamente abierto en su pantal& 243;n, m& 225;s abajo de la cadera derecha. Todos estos hombres se lo llevaban, quit& 225;ndole la pistola, sin escuchar sus deseos de proseguir ...
... caucho a través de dos anillas de piedra fijadas a las paredes, y sólo podían impulsarla con la cadera, las nalgas o las rodillas. Esta bola simbolizaba al sol, y bajo ningún concepto podía tocar ...
... las nubesSe cuestiona todavía si las encantadoras y exuberantes Doncellas de las Nubes cuyos cuerpos de cadera para abajo quedaban difuminados entre las nubes, representan a cortesanas de piel blanca ...
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